Desde la industrialización en el siglo XVIII que aumentó la productividad, existe la preocupación de que las máquinas vienen a apropiarse de nuestros empleos. Nuevamente, atravesamos una ola de incertidumbre dado que el ritmo de la innovación se sigue acelerando y la tecnología afecta todos los aspectos de nuestra vida y a eso debemos agregarle una economía mundial que se ve afectada por la pandemia y debe reestructurarse en un futuro cercano. La innovación y el progreso tecnológico han causado disrupción, pero han generado más prosperidad que la que han destruido.
Ya muchos robots están realizando tareas rutinarias y eliminarán muchos empleos que requieren bajos niveles de cualificación. Al mismo tiempo, la tecnología está creando oportunidades, preparando el camino para empleos nuevos y modificados, aumentando la productividad y mejorando la prestación de servicios. Si analizamos la magnitud del desafío de prepararnos para el futuro del trabajo, es importante entender que muchos niños que actualmente asisten a la escuela primaria, una vez que lleguen a la edad adulta, trabajarán en empleos que hoy ni siquiera existen. De ahí la importancia en centrarse en el capital humano para enfrentar el desafío, ya que muchos empleos actuales y en especial los del futuro requieren más allá del conocimiento técnico, habilidades blandas.
¿Qué son las habilidades blandas?
Conocemos las habilidades duras o técnicas, que son las que aprendemos en la universidad; es ese conocimiento necesario para ejecutar diferentes trabajos. De esta forma, las habilidades técnicas de un ingeniero en sistemas son diferentes a las de un ingeniero civil.
Las habilidades blandas son fortalezas o virtudes que nos permiten desempeñarnos en cualquier campo, apuntan a lo emocional, interpersonal y al desempeño general en todas las áreas de una empresa. Por lo tanto, ambos ingenieros podrían compartir las mismas habilidades blandas. Claro que podrían diferir unas que otras.
Sin subestimar lo técnico, lo cual es más fácil de cuantificar, por ejemplo 4 años de bachillerato, 3 de licenciatura, 3 de maestría, 10 años de experiencia en cierta tecnología. No ponemos en nuestro currículo 5 años de experiencia en flexibilidad y adaptación al cambio. Puede que durante esa temporada se ha expuesto a muchos cambios, pero el grado de experiencia en la habilidad es trascendental.
Estas habilidades son innatas, pero todos tenemos la capacidad de desarrollarlas a lo largo de la vida.
Las habilidades son un tema, de alguna u otra forma, que se puede relacionar con el coeficiente intelectual. Y en este caso menciono la teoría de inteligencias múltiples de Howard Gardner, que en resumen expone que existen ocho inteligencias: lingüística, musical, lógico-matemático, espacial, corporal-kinestésica, intrapersonal, interpersonal, naturalista-pictórica. Entonces, por ejemplo, la empatía sería una habilidad innata de la inteligencia interpersonal.
¿Por qué son tan importantes las habilidades blandas en el mundo laboral?
Los conocimientos duros brindan soluciones a problemas técnicos, las habilidades blandas sobresalen durante las crisis que requieren más que soluciones técnicas. Por ejemplo, ante la pandemia causada por el Covid-19, muchas empresas han tenido que actuar rápidamente, pero otras han podido hacerlo eficientemente porque cuentan con equipos altamente calificados en esas habilidades y por ende prevalece una cultura organizacional enfocada hacia el cambio. A nivel individual, una persona con pocas habilidades blandas tiene la visión de túnel y no encuentra alternativas en estos momentos para pasarla bien, por otro lado, una persona con las habilidades adecuadas estará pasándola muy bien, a pesar de las adversidades.
Las dificultades a las que nos enfrentamos para el desarrollo de estas habilidades es romper paradigmas y salirse de la zona de confort. Me encuentro constantemente con mucha gente que prefiere etiquetarse en alguna sintomatología, por ejemplo “soy bipolar, por eso mi temperamento es así, a veces estoy enojado o a veces estoy feliz”. Quien ha sido diagnosticado correctamente con un trastorno, sabe que no es nada agradable, y no lo anda divulgando por ahí, esas personas realmente desean cambiar. Pero para quienes se auto etiquetan, es más fácil vivir en esa zona de confort, que trabajar para trascender profesionalmente.
¿Cuáles son las habilidades más importantes en el mundo laboral?
Daniel Goleman en 1995 escribe su libro Inteligencia Emocional, un best seller en muchos países. A lo largo de su carrera ha hecho excelentes aportes alrededor del tema, y nos ofrece un marco de competencias importantes en el mundo laboral.
En primer lugar, ubica la autoconciencia, lo que genera autoconciencia emocional que es conocer a profundidad las debilidades y fortalezas que tenemos. Cómo nos afectan los sentimientos día a día, gama de valores y principios.
En segundo lugar, la autogestión, que implica: autocontrol, adaptabilidad, capacidad de triunfo y actitud. Estos nos ayudan a controlar los impulsos y a gestionarlos. Alguien que mantiene una conversación interna y reconoce por qué tiene un momento de mal humor, por ejemplo, encontrará la forma de controlar el impulso y por ende actuar correctamente.
En tercer lugar, la conciencia social, que genera empatía y conciencia organizativa. Estas colaboran en considerar los sentimientos de los demás junto con otros factores para tomar decisiones inteligentes. Son importantes en el incremento de utilización del equipo, rápido avance de la globalización y una necesidad creciente de conservar en las empresas a los mejores.
Y, por último, en cuarto lugar, gestión de las relaciones que promueve un liderazgo inspirador, influencia, gestión de conflictos y trabajo en equipo. Se trata de una simpatía con un objetivo determinado: hacer avanzar a los demás en la dirección que se desea.
¿Cómo desarrollar las habilidades blandas?
Lo primero es abrir nuestra mente, y querer trabajar en nuestra personalidad para mejorarla.
- Definir objetivos.
No es posible poder desarrollar todas las habilidades necesarias al mismo tiempo. Hay que identificar cuáles son más importantes y plantearlas.
- Desarrollo Emocional
Es poner en marcha el logro de esos objetivos, que se logran a través del desarrollo de la inteligencia emocional.
- Buscar expertos que te ayuden
Hoy en día, las empresas preocupadas por el desarrollo de estas habilidades cuentan con psicólogos laborales quienes tienen una amplia experiencia y conocimiento en el tema.
- Tener paciencia
Cualquier cambio a nivel emocional requiere de una reestructuración cognitiva en el aprendizaje, con el objetivo de poder integrar los nuevos conocimientos para la toma de decisiones diarias, por lo tanto, requiere crear hábitos.
Una actitud positiva, que consiste en la disposición para actuar, de un modo más que otro, en relación con factores específicos que tienen que ver con el objetivo en común de la empresa, promueven una apertura al desarrollo de estas habilidades, cualquiera que sea el puesto de trabajo.
Este artículo puedes leerlo también en el blog de nuestra psicóloga Rosa, donde también puedes encontrar más temas de tu interés: https://psicorosafonseca.com/blog-1/